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Mostrando entradas de mayo, 2012

EL ORACULO Y VARTUL

Cierta vez, al oráculo de Delfos llegóse un hombre de impasible faz, era Vartul, el sabio entre los genios, el artesano, vidente, sin igual, el artista protegido de los Dioses, el de renombre en Atica sin par. Vartul, allí, ante el fuego del oráculo, al la noche y las estrellas contemplar sintió el fuego sagrado de los Dioses, la pitonisa dijo: preguntad. Salieron de su boca éstas palabras: quiero saber, por fin, ¿que es crear?. veo en el tiempo crearse los imperios, y las luchas del hombre al avanzar, los caminos que el hombre lleva abiertos, y los que, con el tiempo se abrirán. Veo los pájaros metálicos del cielo, comer montañas las bestias de metal, crearse sobre el río las barreras, las luces en la noche titilar, veo mucho en el tiempo, y no distingo, aquello que está bien o que está mal, la que por ser del arte me compete, o lo que debo a tiempo desechar. Formulada la pregunta, el fue

A TI, UN DIOS...

He comido manjares, y ante mi vano rostro desfilaron las damas más hermosas, y el lujo. Como un tigre celoso custodié tus tesoros, sin usar. Fui el guardián de los sueños del mundo. Ví cerrarse mil puertas y elevarse murallas, ante mí florecer los jardines fecundos, esparcirse el aroma más sagrado y bendito: deslumbraron mis ojos tan pequeños y enjutos -como una sorpresa de placeres prohibidos- las riquezas de Oriente y sus sabios profundos. Mas me hablaste al oído y prefiero tu amor al amor de los seres y las cosas del mundo. Medité las acciones de los hombres y reyes, condené la mentira, el atropello, el abuso. Aprendí de enseñanzas que a mis ojos despliegas, como un niño pequeño el asombro descubro. Quise ser un maestro elevado en tu ciencia y logré algo mejor, soy discípulo tuyo. Para que ir a enseñar lo que otros enseñan, de tí quiero aprender, no del hombre ni el mundo. Con el tiempo un enigma indagó mis certezas, ¿que deseas que hag